Mediante una investigación realizada por los analistas expertos en seguridad de McAfee, encabezada por Barnaby Jack, se comprobó que es posible alterar el correcto funcionamiento de implantes con conexión inalámbrica, lo que podría tener terribles consecuencias para las víctimas.
A través de diversas pruebas, se logró manipular una bomba de insulina que controla de forma automática las inyecciones de personas diabéticas, haciendo uso de una antena a cien metros de distancia. Se comprobó que los implantes de este tipo se podrían ‘hackear’, haciendo que, por ejemplo, liberen toda la insulina que contienen.
Aunque aún no se ha reportado ningún caso de ataque de este tipo, es necesario que las compañías que fabrican y desarrollan implantes médicos inteligentes consideren esa falta de protección, ya que es la que hace que los pacientes sean totalmente vulnerables.
Fuente: lainformacion.com
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